MI HORA Y MI FECHA

OBEROM


domingo, 22 de noviembre de 2009

" AHORA EL BARRIO "



AHORA EL BARRIO

Estribillo]
He dejado mi sueño, mi pena, mi gana
guardada en el armario,
lo he lapidado con piedras
como si fuera un santo sudario
Ahora que no corre el tiempo,
que no sopla el viento a favor de nadie.
Ahora que duele el momento,
que los sentimientos no tienen desaire.
Ahora que el tiempo y el humano
van cogidos de la mano.
Ahora que nos sobra tiempo.
Ahora que hay buen rollo en el ambiente,
que no vamos de valientes,
que no hay guerra ni guerreros.
Ahora que medimos las palabras
y no hay ideas tan macabras
y se acompasa el contratiempo.
Ahora que no hay ogros ni princesas,
ni bajezas ni grandezas,
ahora que habla el sentimiento

Ahora que la calle está desierta,
destapamos la careta
que acunaban las mentiras,
ahora fuera de odios y falsetas,
de historietas obsoletas
ahora que duerme la ira,
ahora que si hay voz en las miradas,
no hay mal gesto en las caras
o en el rostro del desprecio,
ahora que no existen emboscadas
y aunque sea una cabronada,
sin cerrarnos en estos momentos.

Quizá no funcionara
porque no pusimos ganas
por creer que una mirada
basta para crear amor,
quizás amiga mía
no pensamos en las heridas
y consecuencias que en la vida
traería el desamor.

Ahora solo nos queda
que el recuerdo sea el olvido,
que el olvido se haga tiempo
y el tiempo pase deprisa,
me tapan los momentos
que perdura en mis adentros
con esos primeros besos
que escondian tus sonrisas .

[Estribillo]

Ahora que la vista ya no alcanza
el color de la esperanza
por haber segado el alma,
ahora que son noches de silencio,
somos barcos que en el mar muerto
se impresionan ante tan calma,
ahora que se abren puertas y cerrojos,
a la hoguera los despojos
que vistió un tiempo perdido
ahora que la voz se hizo silencio
en una playa de invierno
como un ángel malherido

[Estribillo]

Ahora que no corre el tiempo,
que no sopla el viento a favor de nadie,
ahora que duele el momento,
que los sentimientos no tienen desaire.

He dejado mi sueño, mi vida,
mi norte mis ganas de verte,
en la orillita del río,
mi amor se ha dormido
y murió en la corriente.

" MUSICA DEL AYER EL JUNCO "







" ANDALUZ LOS ECOS DEL ROCIO "

















sábado, 21 de noviembre de 2009

" CRONICAS DE UNA LOCA "



Ni locura ni enfermos mentales..
Ay personas que para curarse,
van de la mano de un mata sano,
medicando las duras verdades.

La encontré, con la mirada nublaa,
No atendia a mi interes,
parecia de cristal.
La encontre,sin ganitas de vivir,
maldiciendo al destino,
que la dejo postrada allí.

Canta y no llores, y que cantando vas alejando tus temores,
Canta y no llores, y que cantando duelen menos los dolores.

La ví sentada en un viejo rincon,
de aquel patio solitario de un manicomio,
El duro viento de un invierno gris,
mecia su pelo como las locas.

Todos los dias se ponia aquel mismo vestido,
que uno de sus hijos le compro hace años.
Mano derecha guardaba una rosa deshojada y fria, como la roca.
Pintaba cuadros, siempre tuvo el mar como referencia y motivaciones
Tenia en sus ojos ese brillo gris, que te da una vida de un par de cojones.

Cojio mi mano, me miro de frente, e indirectamente me dijo al oido:
-Sienta a mi lao, cierra los ojos y siente como indiferente se pasan los dias.

Canta y no llores, y que cantando vas alejando tus temores,
Canta y no llores, y que cantando duelen menos los dolores.


La encontré y me hablo de soledad
no creía en el amor, era la infelicidad.
La encontré , se reía sin querer,
de los hombres que seguían la doctrina de un querer.

Canta y no llores, y que cantando vas alejando tus temores,
Canta y no llores, y que cantando duelen menos los dolores.

Con paso medio lento me llevaste amor,
cojido de tu mano hasta el dormitorio,
ilusionada te dio por jugar, con una vieja casa llena de muñecas.
En un libro viejo guardaban poemas que alguien titulo "Soy un triste abalorio"
Su piel era arrugada como una maceta,
el tiempo privó de que floreciera.

La encontré, con la mirada nubla,
No atendia a mi interes,
parecia de cristal.
La encontre,sin ganitas de vivir,
maldiciendo al destino,
que la dejo postrada allí.

Canta y no llores, y que cantando vas alejando tus temores,
Canta y no llores, y que cantando duelen menos los dolores.

" MODA "



Ahora está de moda
construir un nuevo mundo
y juzgar a las personas
como seres de lo absurdo.
Ahora está de moda
reciclar lo irreciclable
señalar al ser humano


como único culpable.
Inventar maneras nuevas
para contaminarnos menos,
ama a la naturaleza sin
verter tantos venenos.
Cuidar el cielo y su ozono
y del mar sus habitantes,
del país su economía
y de las leyes a sus mangantes.


Destruir la ideología
del narcotraficante,
contratar más policías
y mimar otra vez a sus mangantes.
El que no tenga currelo,
ay, cantando su mal espante.
El país va del carajo,
no tienen porque alarmarse,
está todo controlado
por ministros elegantes
¿A que viene ese miedo
de otro mundo más estable?
Si lo estable viene de establo
y alli solo viven bestias
y coarriendas de mentiras.
Hoy se doman las molestias.


Ha dicho el telediario
que está noche dos pateras
han pasado todo un calvario
pa llegar a la Gomera,
que llevaba seis mujeres
y unos cinco o siete menores,
está gente no reciclan,
pues pa su tierra por cojones.



Que el anciano está de paso
a tres pasos de la muerte,

asi para lo que les queda
se les considera inerte.
Que la gasolina sube
por el índice de vida,
que el que no tenga dinero,
ese es el que contamina

Ahora está de moda
reconocerle con medallas
a una familia que despide
a su prole en una caja.
Inventarse leyes nuevas
para que en la carretera
el que bebe ya no beba
vino tinto sin casera.

Que ahora con el microclima
no se sabe cuando llueve,
para combatir recuerden,
salgan todos con paraguas siempre.
Que por culpa del ozono
ahora el sol da su paradoja,
dice que el calentamiento es por culpa
de los bares de luces rojas.

Yo pa combatir este asunto
y librarme de esta quema
y para no hacer un absurdo
ni meter palos en candela
me ha tocado vivir la vida
y la vivo a mi manera
y yo respeto a todo el mundo
aunque el mundo esté de pena.
Tanta hambre, tanta guerra
y tanto melodrama,
a mi el cambio de clima me afecta
cada vez que salgo de mi cama.

Cada vez que salgo de mi cama
a mi me afecta porque no me pongo pijama

martes, 17 de noviembre de 2009

" Miguel de Cervantes "



A diferencia de la de su contemporáneo Lope de Vega, quien conoció desde joven el éxito como comediógrafo, poeta y seductor, la vida de Cervantes fue una ininterrumpida serie de pequeños fracasos domésticos y profesionales, en la que no faltó ni el cautiverio, ni la injusta cárcel, ni la afrenta pública. No sólo no contaba con renta, sino que le costaba atraerse los favores de mecenas o protectores; a ello se sumó una particular mala fortuna que lo persiguió durante toda su vida. Sólo al final, tras el éxito de las dos partes del Quijote, conoció cierta tranquilidad y pudo gozar del reconocimiento hacia su obra, pero siempre agobiado por las penurias económicas.
Sexto de los siete hijos del matrimonio de Rodrigo de Cervantes Saavedra y Leonor de Cortinas, Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá (dinámica sede de la segunda universidad española, fundada en 1508 por el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros) entre el 29 de septiembre (día de San Miguel) y el 9 de octubre de 1547, fecha en que fue bautizado en la parroquia de Santa María la Mayor. La familia de su padre conocía la prosperidad, pero su abuelo Juan, graduado en leyes por Salamanca y juez de la Santa Inquisición, abandonó el hogar y comenzó una errática y disipada vida, dejando a su mujer y al resto de sus hijos en la indigencia, por lo que el padre de Cervantes se vio obligado a ejercer su oficio de cirujano barbero, lo cual convirtió la infancia del niño en una incansable peregrinación por las más populosas ciudades castellanas. Por parte materna, Cervantes tenía un abuelo magistrado que llegó a ser efímero propietario de tierras en Castilla. Estos pocos datos acerca de las profesiones de los ascendientes de Cervantes fueron la base de la teoría de Américo Castro sobre el origen converso (judíos obligados a convertirse en cristianos tras 1495) de ambos progenitores del escritor.
El destino de Miguel parecía prefigurarse en parte en el de su padre quien, acosado por las deudas, abandonó Alcalá para buscar nuevos horizontes en el próspero Valladolid, pero sufrió siete meses de cárcel por impagos en 1552, y se asentó en Córdoba en 1553; dos años más tarde, en esa ciudad, Miguel ingresó en el flamante colegio de los jesuitas. Aunque no fuera persona de gran cultura, Rodrigo se preocupaba por la educación de sus hijos; el escritor fue un lector precocísimo y sus dos hermanas sabían leer, cosa muy poco usual en la época, aun en las clases altas. Por lo demás, la situación de la familia era precaria. En 1556 Leonor vendió el único sirviente que le quedaba y partieron hacia Sevilla, con el fin de mejorar económicamente, pues esta ciudad era la puerta de España a las riquezas de las Indias y la tercera ciudad de Europa, tras París y Nápoles, en la segunda mitad del siglo XVI.


Supuesto retrato de Miguel de Cervantes
A los diecisiete años Miguel era un adolescente tímido y tartamudo, que asistía a clase al colegio de los jesuitas y se distraía como asiduo espectador de las representaciones del popular Lope de Rueda, como recordaría luego, en 1615, en el prólogo a la edición de sus propias comedias: «Me acordaba de haber visto representar al gran Lope de Rueda, varón insigne en la representación y del entendimiento».
En 1551 la hasta entonces pequeña y tranquila villa de Madrid había sido convertida en capital por Felipe II, por lo que en los años siguientes la ciudad quintuplicaría su tamaño y población y llevados, nuevamente, por el afán de prosperar, los Cervantes se trasladaron en 1566 a la nueva capital. No se sabe con certeza que Cervantes hubiera asistido a la universidad, a pesar de que en sus obras mostró familiaridad con los usos y costumbres estudiantiles; en cambio, su nombre aparece en 1568, firmando cuatro composiciones en una antología de poemas en loa de Isabel de Valois, tercera esposa de Felipe II, fallecida ese mismo año. El editor del libro, Juan López de Hoyos, humanista, probable introductor de Cervantes a la lectura de Virgilio, Horacio, Séneca y Catulo y, sobre todo, a la del humanista Erasmo de Rotterdam, se refiere a aquél como «nuestro caro y amado alumno». Otros aventuran, sin embargo, que en el círculo o escuela de Hoyos, Cervantes había sido profesor y no discípulo.


En el año de 1569 un tal Miguel de Cervantes fue condenado en Madrid a arresto y amputación de la mano derecha por herir a un tal Antonio de Segura. La pena, corriente, se aplicaba a quien se atreviera a hacer uso de armas en las proximidades de la residencia real. No se sabe si Cervantes salió de España ese mismo año huyendo de esta sanción, pero lo cierto es que en diciembre de 1569 se encontraba en los dominios españoles en Italia, provisto de un certificado de cristiano viejo (sin ascendientes judíos o moros) y meses después era soldado en la compañía de Diego de Urbina.
Pero la gran expectativa bélica estaba puesta en la campaña contra el turco, en que el Imperio español cifraba su continuidad en el dominio y hegemonía en el Mediterráneo. Diez años antes, España había perdido en Trípoli cuarenta y dos barcos y ocho mil hombres. En 1571 Venecia y Roma formaban, con España, la Santa Alianza, y el 7 de octubre, comandados por el hermanastro bastardo del rey de España, Juan de Austria, vencieron a los turcos en la batalla de Lepanto. Fue la gloria inmediata, una gloria que marcó a Cervantes quien relataría luego, en la primera parte del Quijote, las circunstancias de la lucha. En su transcurso recibió el escritor tres heridas, una de las cuales, si se acepta esta hipótesis, inutilizó para siempre su mano izquierda y le valió el apelativo de «el manco de Lepanto» como timbre de gloria.


Junto a su hermano menor, Rodrigo, Cervantes entró en batalla nuevamente en Corfú, también al mando de Juan de Austria. En 1573 y 1574 se encontraba en Sicilia y en Nápoles, donde mantuvo relaciones amorosas con una joven a quien llamó «Silena» en sus poemas y de la que tuvo un hijo, Promontorio. Es posible que pasara por Génova a las órdenes de Lope de Figueroa, puesto que la ciudad ligur aparece descrita en El licenciado Vidriera, y finalmente se dirigiera a Roma, donde frecuentó la casa del cardenal Aquaviva (a quien dedicaría La Galatea), conocido suyo, tal vez desde Madrid, y por cuya cuenta habría cumplido algunas misiones y encargos. Fue la época en que Cervantes se propuso conseguir una situación social y económica más elevada dentro de la milicia, con el cargo de alférez o capitán, para lo cual obtuvo dos cartas de recomendación ante Felipe II, firmadas por Juan de Austria y por el virrey de Nápoles, en las que se certificaba su valiente actuación en la batalla de Lepanto.

Con esta intención, los Cervantes se embarcaron en la goleta Sol, que partió de Nápoles el 20 de septiembre de 1575, y lo que debía ser un expeditivo regreso a la patria se convirtió en el principio de una infortunada y larga peripecia. A poco de zarpar, la goleta se extravió tras una tormenta que la separó del resto de la flotilla y fue abordada, a la altura de Marsella, por tres corsarios berberiscos al mando de un albanés renegado de nombre Arnaute Mamí. Tras encarnizado combate y consiguiente muerte del capitán cristiano, los hermanos cayeron prisioneros. Las cartas de recomendación salvaron la vida a Cervantes pero serían, a la vez, la causa de lo prolongado de su cautiverio: Mamí, convencido de hallarse ante una persona principal y de recursos, lo convirtió en su esclavo y lo mantuvo apartado del habitual canje de prisioneros y del tráfico de esclavos corriente entre turcos y cristianos. Esta circunstancia y su mano lisiada lo eximieron de ir a las galeras.

Argel era en aquel momento uno de los centros de comercio más ricos del Mediterráneo. En él muchos cristianos pasaban de la esclavitud a la riqueza renunciando a su fe. El tráfico de personas era intenso pero la familia de Cervantes estaba bien lejos de poder reunir la cantidad necesaria siquiera para el rescate de uno de los hermanos. Cervantes protagonizó, durante su prisión, cuatro intentos de fuga. El primero fue una tentativa frustrada de llegar por tierra a Orán, que era el punto más cercano de la dominación española. El segundo, al año de aquél, coincidió con los preparativos de la liberación de su hermano. En efecto, Andrea y Magdalena, las dos hermanas de Cervantes y de quienes se supone que ejercían la prostitución, mantuvieron un pleito con un madrileño rico llamado Alonso Pacheco Pastor, durante el cual demostraron que debido al matrimonio de éste sus ingresos como barraganas se verían mermados, y, según costumbre, obtuvieron dotes que fueron destinadas al rescate de Rodrigo, quien saldría de Argel el 24 de agosto de 1577, fracasado otro intento de fuga de Miguel, y los hermanos se despidieron, salvando este último la vida de la ejecución debido a que su dueño lo consideraba un «hombre principal».

El tercer intento fue mucho más dramático en sus consecuencias: Cervantes contrató un mensajero que debía llevar una carta al gobernador español de Orán. Interceptado, el mensajero fue condenado a muerte y empalado, mientras que al escritor se le suspendieron los dos mil azotes a los que se le había condenado y que equivalían a la muerte. Una vez más, la presunción de riqueza le permitió conservar la vida y alargó su cautiverio. Esto sucedía a principios de 1578. Finalmente, un año y medio más tarde, Cervantes planeó una fuga en compañía de un renegado de Granada, el licenciado Girón. Delatados por un tal Blanco de Paz, Cervantes fue encadenado y encerrado durante cinco meses en la prisión de moros convictos de Argel. Tuvo un nuevo dueño, el rey Hassán, que pidió seiscientos ducados por su rescate. Estaba aterrado: temía un traslado a Constantinopla. Mientras, su madre, doña Leonor, había iniciado trámites para su rescate.

Fingiéndose viuda, reunió dinero, obtuvo préstamos y garantías, se puso bajo la advocación de dos frailes y, en septiembre de 1579, entregó al Consejo de las Cruzadas 475 ducados. Hasta el último momento, Hassán retuvo a Cervantes, mientras los frailes negociaban, pedían limosna para completar la cantidad y por último, el 19 de septiembre de 1580, fue liberado y, tras un mes en que para limpiar su nombre pleiteó contra Blanco de Paz, se embarcó para España el 24 de octubre.
Cinco días más tarde, después de un lustro de cautiverio, Cervantes llegó a Denia y volvió a Madrid. Tenía treinta y tres años y había pasado los últimos diez entre la guerra y la prisión; su familia, empobrecida y endeudada con el Consejo de las Cruzadas, reflejaba, en parte, la profunda crisis general del imperio, que se agravaría luego de la derrota de la Armada Invencible en 1587. Al retornar, Cervantes renunció a la carrera militar, se entusiasmó con las perspectivas de prosperidad de los funcionarios de Indias, trató de obtener un puesto en América y fracasó.


Mientras, fruto de sus relaciones clandestinas con una joven casada, Ana de Villafranca (o Ana de Rojas), nació una hija, Isabel, criada por su madre y por el que aparecía como su padre putativo, Alonso Rodríguez.
A los treinta y siete años Cervantes se casó. Su novia, Catalina de Salazar y Palacios, era de una familia de Esquivías, pueblo campesino de La Mancha. Tenía sólo dieciocho años, no obstante, no parece haber sido una unión signada por el amor. Meses antes, el escritor había acabado su primera obra importante, La Galatea, una novela pastoril al estilo puesto en boga por la Arcadia de Sannazaro cincuenta años atrás. El editor Blas de Robles le pagó 1.336 reales por el manuscrito. Esta cifra nada despreciable y la buena acogida y el relativo éxito del libro animaron a Cervantes a dedicarse a escribir comedias; aunque sabía que mal podía competir él, todavía respetuoso de las normas clásicas, con el nuevo modo de Lope de Vega, dueño absoluto de la escena española. Las dos primeras (La comedia de la confusión y Tratado de Constantinopla y muerte de Selim, escritas hacia 1585 y desaparecidas ambas) obtuvieron relativo éxito en sus representaciones, pero Cervantes fue vencido por el vendaval lopesco y, a pesar de las veinte o treinta obras (de las que sólo conocemos nueve títulos y dos textos, Los tratos de Argel y Numancia), alrededor de 1600 había dejado de escribir comedias, actividad que retomaría al fin de sus días.


Entre 1585 y 1600 Cervantes fijó su residencia en Esquivías, pero solía visitar Madrid solo y, allí, alternaba con los escritores de su tiempo, leía sus obras y mantenía una permanente querella con Lope de Vega. En 1587 ingresó en la Academia Imitatoria, primer círculo literario madrileño, y ese mismo año fue designado comisario real de abastos (recaudador de especies) para la Armada Invencible. También este destino le fue adverso: en Écija se enfrentó con la Iglesia por su excesivo celo recaudatorio y fue excomulgado; en Castro del Río fue encarcelado, en 1592, acusado de vender parte del trigo requisado, hasta que, al morir su madre en 1594, abandonó Andalucía y volvió a Madrid. Pero sus penurias económicas siguieron acompañándole. Nombrado recaudador de impuestos, quebró el banquero a quien había entregado importantes sumas y Cervantes dio con sus huesos en la prisión, esta vez en la de Sevilla, donde permaneció cinco meses. En esta época de extrema carencia comenzó probablemente la redacción del Quijote. Entre 1604 y 1606, la familia de Cervantes, su esposa, sus hermanas de tan dudosa reputación y su aguerrida hija natural, así como sus sobrinas, siguieron a la corte a Valladolid, hasta que el rey Felipe III ordenó el retorno a Madrid.

Pero en 1605, a principios de año, apareció en Madrid El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha. Su autor era por entonces hombre enjuto, delgado, de cincuenta y ocho años, tolerante con su turbulenta familia, poco hábil para ganar dinero, pusilánime en tiempos de paz y decidido en los de guerra. La fama fue inmediata, pero los efectos económicos apenas se hicieron notar. Cuando, en junio de 1605, toda la familia Cervantes, con el escritor a la cabeza, fue a la cárcel por unas horas a causa de un turbio asunto que sólo tangencialmente les tocaba (la muerte de un caballero asistido por las mujeres de la familia, ocurrida tras ser herido aquél a las puertas de la casa), don Quijote y Sancho ya pertenecían al acervo popular. Su autor, mientras tanto, seguía pasando estrecheces.

No le ofreció respiro ni siquiera la vida literaria: animado por el éxito del Quijote, ingresó en 1609 en la Cofradía de Esclavos del Santísimo Sacramento, a la que también pertenecían Lope de Vega y Quevedo. Era ésta costumbre de la época, que ofrecía a Cervantes la oportunidad de obtener algún protectorado. En aquel mismo año se firmó el decreto de expulsión de los moriscos y se acentuó el endurecimiento de la vida social española sometida al rigor inquisitorial.

Cervantes saludó la expulsión con alegría, mientras su hermana Magdalena ingresaba en una orden religiosa. Fueron años de redacción de testamentos y contiendas sórdidas: Magdalena había excluido del suyo a Isabel en favor de otra sobrina, Constanza, y Cervantes renunció a su parte de la finca de su hermano también en favor de aquélla, dejando fuera a su propia hija, enzarzada en un pleito interminable con el propietario de la casa en la que vivía y en el que Cervantes se había visto obligado a declarar a favor de su hija.

A pesar de no conseguir siquiera (como tampoco lo logró Góngora) ser incluido en el séquito de su mecenas el nuevo virrey de Nápoles, el conde de Lemos, quien, sin embargo, le daba muestras concretas de su favor, Cervantes escribió a un ritmo imparable: las Novelas ejemplares, que aparecieron en 1613; el Viaje al Parnaso, en verso, 1614. Ese mismo año lo sorprendió la aparición, en Tarragona, de una segunda parte del Quijote, por un tal Avellaneda, que se proclamó auténtica continuación de las aventuras del hidalgo. Así, enfermo y urgido, mientras impulsaba la aparición de las Ocho comedias y ocho entremeses nuevos nunca representados (1615), acabó la segunda parte del Quijote, que aparecería en el curso del mismo año.

A principios de 1616 estaba terminando su novela de aventuras en estilo bizantino, Los trabajos de Persiles y Segismunda; el 19 de abril recibió la extremaunción y al día siguiente redactó la dedicatoria al conde de Lemos, ofrenda que ha sido considerada como exquisita muestra de su genio y conmovedora expresión autobiográfica: «Ayer me dieron la extremaunción y hoy escribo ésta; el tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir...».

Unos meses antes de su muerte, Cervantes tuvo una recompensa moral por sus penurias e infortunios económicos: uno de los censores, el licenciado Marques Torres, le envió una recomendación en la que relataba una conversación mantenida en febrero de 1615 con notables caballeros del séquito del embajador francés ante la corte Mariela: «Preguntáronme muy por menor su edad, su profesión, calidad y cantidad. Halléme obligado a decir que era viejo, soldado, hidalgo y pobre, a que uno respondió estas formales palabras: "Pues ¿a tal hombre no le tiene España muy rico y sustentado del erario público?". Acudió otro de aquellos caballeros con este pensamiento y con mucha agudeza: "Si necesidad le ha de obligar a escribir, plaga a Dios que nunca tenga abundancia, para que con sus obras, siendo él pobre, haga rico a todo el mundo"».

En efecto, ya circulaban traducciones al inglés y al francés desde 1612, y puede decirse que Cervantes supo que con el Quijote creaba una forma literaria nueva. Supo también que introducía el género de la novela corta en castellano con sus Novelas ejemplares y sin duda adivinaba los ilimitados alcances de la pareja de personajes que había concebido. Sus contemporáneos, si bien reconocieron la viveza de su ingenio, no vislumbraron la profundidad del descubrimiento del Quijote, fundación misma de la novela moderna.

Así, entre el 22 y el 23 de abril de 1616 murió en su casa de Madrid, asistido por su esposa y una de sus sobrinas; envuelto en su hábito franciscano y con el rostro sin cubrir, fue enterrado en el convento de las trinitarias descalzas, en la entonces llamada calle de Cantarranas. Hoy se desconoce la localización exacta de su tumba.
Las fuentes del arte de Cervantes como novelista son complejas: por un lado, don Quijote y Sancho son parodia de los caballeros andantes y sus escuderos; por otro, en ellos mismos se exalta la fidelidad al honor y a la lucha por los débiles. En el Quijote confluyen, pues, realismo y fantasía, meditación y reflexión sobre la literatura: los personajes discuten sobre su propia entidad de personajes mientras las fronteras entre delirio y razón y entre ficción y realidad se borran una y otra vez. Pero el derrotero de Cervantes, que acompañó tanto las glorias imperiales de Lepanto como las derrotas de la Invencible ante las costas de Inglaterra, sólo conoció los sinsabores de la pobreza y las zozobras ante el poder. Al revés que su personaje, él no pudo escapar nunca de su destino de hidalgo, soldado y pobre.


Don Quijote según Daumier. El personaje del Quijote ha trascendido el ámbito de las letras, para convertirse en icono de la cultura en general. Músicos como Georg Philipp Telemann, Richard Strauss y Arthur Rubinstein han elaborado composiciones basándose en la novela de Cervantes. Son dignos de destacar a su vez algunos de los artistas que han realizado obras pictóricas referidas al tema, como Gustave Doré, Honoré Daumier, Pablo Picasso y Salvador Dalí. En la imagen, uno de los cuadros de Daumier sobre Don Quijote.

" Juan Ramón Jiménez "




Juan Ramón Jiménez y su esposa Zenubia Camprubí
"Álbum" es un completo recorrido en imágenes por la vida de Juan Ramón Jiménez, el destacado poeta Premio Nobel que influenciara a grandes de la literatura hispana como Federico García Lorca.
(Moguer, 1881 - San Juan de Puerto Rico, 1958) Poeta español. Su lírica evolucionó desde las últimas derivaciones del modernismo hacia una poesía a la vez emotiva e intelectualista. Tras cursar el bachillerato en el colegio de los jesuitas de Puerto de Santa María (Cádiz), ingresó en la universidad de Sevilla para estudiar derecho, carrera que abandonó para seguir su vocación artística.
Aunque inicialmente quiso ser pintor, pronto se orientó hacia la poesía, animado por la lectura de
Rubén Darío y de los escritores románticos. Sus primeras colaboraciones en la revista madrileña Vida Nueva fueron acogidas con entusiasmo por los modernistas, por lo que decidió trasladarse a Madrid en 1900 y publicar ese mismo año sus dos primeros volúmenes de versos, Ninfeas y Almas de violeta, títulos que le fueron sugeridos por Ramón del Valle-Inclán y Rubén Darío.

Juan Ramón Jiménez
De carácter melancólico y depresivo, la repentina muerte de su padre le causó fuertes crisis nerviosas que lo obligaron a pasar largas temporadas en sanatorios de Burdeos y Madrid. A esta época corresponden los libros Rimas (1902), Arias tristes (1903) y Jardines lejanos (1904), que configuraron una poética impregnada de musicalidad, nostalgia y amor por la naturaleza, con metros sencillos en los que predomina el octosílabo y un ritmo fluido de inspiración modernista.
Entre 1905 y 1912 el autor vivió en su pueblo natal, entregado a la lectura y admirando la vida campesina andaluza. Este acercamiento al mundo rural se tradujo en un nuevo sentimentalismo que, sin abandonar la languidez inicial, se enriqueció con impulsos apasionados y juveniles. En los escenarios crepusculares de pálidos jardines, decadentes ensueños y estancias silenciosas, aparecieron por primera vez colores brillantes e imágenes de mujeres desnudas que tiñeron los versos de erotismo.
En este período escribió varios volúmenes: Elegías (1908-1910), Olvidanzas (1909), La soledad sonora (1911), Poemas mágicos y dolientes (1911), Melancolía (1912) y Laberinto (1913), así como el libro en prosa Platero y yo (1914), tierna elegía a un borriquillo que se convirtió en uno de sus textos más célebres. De regreso a Madrid conoció a Zenobia Camprubí, española educada en Estados Unidos, con la que se casó en Nueva York en 1916. La vitalidad y las constantes atenciones de Zenobia influyeron decisivamente en el nuevo rumbo que adoptó su trayectoria poética.
Tanto en los Sonetos espirituales (1914) como en Estío (1916) se anunciaba un cambio formal que culminó en el Diario de un poeta recién casado (1917), escrito casi en su totalidad durante la travesía del Atlántico. Según declaró el autor, el constante movimiento de las olas le transmitió la obsesión por el ritmo y lo llevó a abandonar las estructuras estróficas tradicionales, y a cultivar el verso libre. Al mismo tiempo, la ornamentación modernista desapareció en favor de un lenguaje sobrio y desnudo, que huyó de la vaguedad y aspiró a la precisión absoluta.
Muestra de ello son las composiciones de Eternidades (1918), Piedra y cielo (1919), Poesía (1923) y Belleza (1923), donde eliminó todo aquello que no tendiese a la esencia poética y a la plenitud espiritual y estética. El autor intentó llevar al ámbito de la prosa las conquistas obtenidas en sus versos y escribió la serie de retratos líricos que integraron el libro Españoles de tres mundos (1942), aparecido en su mayor parte en la revista Índice.
Paralelamente, incitado por un afán de depuración máxima, sometió su obra a una permanente revisión. Fruto de esta inquietud son las colecciones de textos Unidad (1925), Obra en marcha (1928), Sucesión (1932), Presente (1933) y Hojas sueltas (1935), que incluyeron páginas susceptibles de ser reelaboradas con posterioridad.
Tras la publicación de Cántico (1935), el estallido de la Guerra Civil interrumpió la labor creadora del poeta, que fue nombrado agregado cultural en Washington. Después de vivir en Estados Unidos y Cuba se instaló en Puerto Rico, donde enseñó en la universidad y se dedicó a retocar gran parte de su obra. A esta última época pertenecen los libros La estación total (1946), Romances de Coral Gables (1948) y Animal de fondo (1949), en los que la búsqueda de la belleza total se plasmó a través de una visión intelectualista y metafísica, en función de la cual su poesía se transformó en un "dios deseante y deseado", con conciencia de la divinidad y con manifestación inefable de lo eterno. Juan Ramón Jiménez fue galardonado con el premio Nobel de Literatura en 1956.

" HISTORIA DEL TITANIC "



El Titanic de principio a fin.
Harland & Wolff lo construyó en Belfast en 1912 en el astillero más grande del mundo. La historia del Titanic, desde su concepción en la ciudad hasta su trágica pérdida, es uno de los relatos épicos de los tiempos modernos.


Contrariamente a la creencia popular, el Titanic no se creó como un barco extraordinario. Era el segundo de un trío de transatlánticos superlativos de la empresa White Star Line para el servicio por el Atlántico Norte. Los barcos gemelos Olympic 1911, Titanic 1912 y Britannic 1914 se construyeron para competir con los transatlánticos de turbina exprés Mauretania y Lusitania de la empresa Cunard, finalizados en 1907. Los nuevos leviatanes de White Star fueron diseñados para ser los transatlánticos más lujosos del mundo. El Olympic, como barco principal, era el principal foco de atención en aquel momento. Por aquel entoncés había más bien poca publicidad sobre el segundo del trío, el Titanic, aunque era este una versión mejorada del Olympic.

El Britannic, el último y el tercer barco gemelo más modificado, estaba en la fase de equipamiento en Belfast cuando estalló la Primera Guerra Mundial en agosto de 1914. Se acabó como barco hospital, pero una mina lo hundió en 1916 y nunca pudo ofrecer un servicio comercial. De los tres grandes barcos construidos en Belfast, sólo el Olympic sobrevivió como trasatlántico de White Star y siguió en servicio hasta 1935.

En esta foto tan concurrida, los tranvías iban llenos de trabajadores que se dirigían a las partes de Belfast más alejadas de la ciudad. En el primer plano derecho un niño descalzo vende diarios, mientras en el fondo se ve el Titanic casi listo para su botadura. En aquellos momentos la mano de obra de H&W era de 15.000 personas, de las cuales más de 3.000 trabajaban en la construcción del Titanic. A la izquierda de la fotografía se puede apreciar la proa del buque Nomadic de White Star. En julio de 2006 el Nomadic viajó de Francia a Belfast para su restauración y exhibición.

Este plano fue aprobado en Belfast el 29 de julio de 1908 por Bruce Ismay y otros directivos de White Star. El plano general de la distribución refleja la arquitectura naval más moderna, incluida la división del casco en una serie de compartimentos virtualmente herméticos. También se aprecia la gran cantidad de espacio que ocupan calderas y motores. La falsa cuarta chimenea no está conectada con las calderas de carbón, sino colocada por encima de la sala de turbinas. Su función era aumentar el prestigio y la estética del barco.

Antes de empezar la construcción del Olympic y el Titanic se necesitaban construir dos enormes gradas. Las gradas n.º 2 y 3 sustituían 3 gradas más pequeñas. En esta foto de 1907, se muestran las primeras fases de la construcción y las sucias condiciones de trabajo que soportaban los obreros. También se ilustra la dependencia de un astillero industrial avanzado del trabajo físico duro y de los carros tirados por caballos.



Lugar de nacimiento del Titanic actualmente.

Para la construcción del Olympic y el Titanic se levantó un enorme andamio de acero en 1908 sobre las dos nuevas gradas. El andamiaje estaba equipado con un sistema de grúas además de cuatro ascensores eléctricos. La estructura completa pesaba casi 6.000 toneladas, con una altura de 65 metros hasta la parte superior de la grúa más alta, y fue suministrado por Sir William Arrol & Co. de Glasgow.

Los cascos de acero de los barcos gemelos Titanic y Olympic se identifican claramente por sus carteles mostrados con orgullo. Cuando se tomó esta foto a mediados de abril de 1910, el Titanic (izquierda) ya estaba completamente armado y el Olympic había finalizado el recubrimiento de placas de su casco.

El 5 de agosto de 1910, cuando se tomó esta foto, el recubrimiento de placas del casco del Titanic ya estaba muy avanzado y el del Olimpic ya se había acabado hacía tiempo. Las plataformas de madera permitían a los remachadores y a otros obreros trabajar en los cascos de los grandes buques. En primer plano se ve una gran cantidad de placas de acero para el casco.

Esta es la única vista del interior del casco del Titanic en construcción. La imagen fue captada hacia octubre de 1910. Se puede ver a los trabajadores sobre las vigas de acero y escotillas de las cubiertas superiores. El casco está envuelto por el entramado de acero del gran andamiaje elevado.

El recubrimiento de placas del Titanic finalizó el 19 de octubre de 1910, un día antes de la botadura del Olympic. Como el Olympic fue el primero de los barcos gemelos, fue el que cautivó el interés de la publicidad y de los medios en aquel momento. Su casco se pintó de gris claro para propiciar las buenas fotografías de la botadura. Por el contrario, el Titanic no se pintó de ninguna forma especial para su botadura en 1911 porque no era el barco principal. Tampoco fue objeto de tantas fotos por parte de Harland & Wolff.

Esta foto muestra el gran tamaño del casco de acero del Titanic y la estructura envolvente del enorme andamiaje. También refleja las nuevas y las antiguas tecnologías marítimas, con la goleta tradicional de madera en primer plano que contrasta con la modernidad de la edad industrial del Titanic.

Esta impresionante imagen contrasta el enorme casco de acero del Titanic con la vulnerabilidad y la humanidad de los trabajadores que lo construyen. Aparte del hombre de la derecha, también está presente la figura “fantasma” de un trabajador, que fue eliminada por el fotógrafo para mejorar la composición de la escena y su cuidada coreografía.

Debajo de la escarpada proa del Titanic se ha erigido una tribuna para los espectadores y los caballos esperan pacientemente en los ejes de sus carros. En lo alto de la cubierta, unos pocos trabajadores del astillero miran hacia abajo desde el gran barco que han ayudado a construir. El fotógrafo consiguió reflejar mejor el nombre Titanic gracias a la técnica de negativo sobre placa de cristal.

La inusual presencia de mujeres en el astillero, la tribuna erigida y el Titanic preparado sugieren que esta fotografía se tomó poco antes de su botadura el 31 de mayo de 1911.

Lord Pirrie (izquierda), presidente de Harland & Wolff, y Bruce Ismay (derecha), presidente y gerente de White Star Line fueron fotografiados en una inspección final del Titanic en la grada. El aparato de la izquierda es un manómetro para los gatillos hidráulicos que mantuvieron el Titanic en su posición cuando se retiraron las escoras y los bloques de madera.

El muro de contención protector ya se ha retirado y la marea alta está inundando la parte inferior de la grada lista para recibir al Titanic. Se botará sin las hélices, que se colocarán más adelante en el dique seco. Fíjese en que el Titanic no ha sido pintado en color gris claro para ayudar a la fotografía promocional, a diferencia de su barco gemelo Olympic, botado el año anterior.

No hubo la ceremonial rotura de botella en la proa del Titanic antes de la botadura, sino que Lord Pirrie dio una señal para encender los motores. El casco del Titanic, de casi 270 m y 24.360 toneladas, tardó 62 segundos en deslizarse desde su atracadero hasta las aguas del puerto de Belfast.

Al cabo de un minuto el Titanic ya alcanzó una velocidad de arranque de 12 nudos y medio. Para hacer que su enorme casco se deslizara fácilmente hacia el agua se utilizaron grandes cantidades de lubricante: 15 toneladas de grasa animal mezcladas con 5 toneladas de grasa animal con aceite ferroviario y 3 toneladas de jabón suave. Las pesadas cadenas y anclas detuvieron el impulso del Titanic y lo frenaron cuando apenas había avanzado la mitad de su propia longitud.

Los sentimientos de alivio inundaron el astillero cuando en 62 segundos, el Titanic pasó de ser una estructura de acero unida a la tierra a un buque que flotaba en su entorno natural. Sin sus motores, calderas, maquinaria, chimeneas, suministros y accesorios, el Titanic ya dominaba las aguas. Al cabo de una hora fue remolcado hacia el muelle de equipamiento en alta mar para acabarlo como trasatlántico.

Aquí en el taller de montaje los motores se colocan en fila, pero cuando se instalan en el barco, se colocan uno junto al otro y cada uno propulsa una hélice. En la maquinaria de propulsión del Titanic, el vapor de fuga de los motores alternativos se expandía mediante una turbina de baja presión que impulsaba una hélice central. Este sistema proporcionaba mayor potencia sin aumentar el consumo de carbón.

En este momento la fecha del viaje inaugural del Titanic se había anunciado oficialmente para el 10 de abril de 1912, pero todavía quedaba mucho trabajo por hacer en el barco. Aunque las cuatro chimeneas del Titanic ya estaban erigidas, todavía no se habían pintado. Fíjese en las dos pasarelas para subir al barco.

Los dos barcos gemelos estuvieron juntos por última vez a principios de marzo de 1912, cuando el Olympic (izquierda) regresó a Belfast para efectuar unas reparaciones a las hélices y se acercaba el día de la finalización del Titanic (derecha). Esta foto fue tomada cuando el Olympic entraba en el dique seco inundado con la marea alta, poco después de las 9.00 el sábado 2 de marzo de 1912.

Con la ayuda de los remolcadores, el Titanic navega con cuidado en el canal de alta mar del Lago Belfast el 2 de abril de 1912. "El Titanic, el mayor barco del mundo, flotaba con orgullo sobre el agua: un monumento a la empresa de sus dueños y al ingenio y la habilidad de la corporación que lo ha creado."

El Titanic fotografiado en el muelle 44 de White Star, en Southampton, posiblemente el Domingo de Resurrección, 7 de abril de 1912. En la semana que permaneció en Southampton, se suministraron al barco grandes cantidades de provisiones, que incluían cristalerías, vajillas y cuberterías. Además de una gran provisión de alimentos frescos, entre los víveres del Titanic había 15.000 botellas de cerveza y 1.000 botellas de vino.

El Titanic dejó Queenstown, Irlanda, la tarde del jueves 11 de abril de 1912. Había 2.201 almas a bordo, pero los botes salvavidas tenían capacidad únicamente para 1.178. El Titanic colisionó con el iceberg a las 11.40 de la noche del domingo 14 de abril.

Este cuadro muestra los operadores de morse del Titanic. Cuando fue evidente que el barco se hundía, el Capitán Smith ordenó que se enviaran mensajes de radio a todos los barcos de vapor que estuvieran dentro del alcance. A las 12.15 del mediodía del 15 de abril se transmitió la primera señal CQD de socorro, a la que pronto siguió el hoy famoso SOS. Continuaron hasta las 2.17 de la madrugada, cuando las señales del Titanic se interrumpieron bruscamente. El Titanic se hundió a las 2.20 de la madrugada.

El Capitán Smith (a la derecha) fotografiado junto a algunos de sus Oficiales en el puente exterior del “Olympic”. De este grupo le acompañarían al “Titanic” el 1er. Oficial Murdoch (a la izquierda) y el 4º Oficial Boxhall (2º por la derecha)

Esta fotografía es la última que se hizo al “Titanic”. Está tomada en Queenstown el 11 de Abril desde el ferry que acababa de trasbordarle pasaje (véase su estela a la derecha) mientras el “Titanic” abandona el fondeadero camino de Nueva York (también se aprecia su estela a la izquierda)

El “Britannic” recién acondicionado como buque hospital. Obsérvese que, tras el fiasco del “Titanic”, se ha atiborrado de botes la cubierta de paseo al extremo de exigir la instalación de tres monstruosos pescantes de diseño especial por banda (en ambos extremos). También se aprecia otra pequeña modificación, consistente en el cierre de la cubierta de pozo de popa (sobre la cruz de más a la izquierda)

El Titanic se hundió a las 2.20 de la madrugada del 15 de abril. La tragedia no fue el hundimiento del barco, sino que este no tuviera suficientes botes salvavidas para salvar a toda la gente que había a bordo. Algunos de los 20 botes disponibles no se llenaron hasta el máximo de su capacidad. Casi 1.500 personas, entre pasajeros y tripulación, perecieron en las aguas congeladas del Atlántico Norte. El barco de rescate Carpathia sólo trasladó 711 supervivientes Nueva York.

El hecho de que el Dr. Robert Ballard, descubriera el barco el 1 de Septiembre de 1985, permite saber con certeza muchas cosas. Se sabe que, cerca de las 02,18 hs.del Lunes 15 de Abril se partió en dos en la superficie. la fractura fue en la zona del casco comprendida entre la 3º y 4º chimenea. Esta era la zona del barco estructuralmente más débil; ya que se encontraban grandes espacios libres tanto en la sala de máquinas donde estaban los dos motores de movimiento alterno, como en la superestructura, ya que corresponde a la zona de la gran escalera de 1º clase.

El fondo del mar es un lugar tranquilo y bastante estable, sobre todo a los 4800 metros donde esta hundido el Titanic. Es un ambiente en donde los cambios no se producen en días sino en décadas.Luego del naufragio lo primero que desapareció fueron los materiales orgánicos blandos, como los alimentos; a continuación los cadáveres, cuya carne y huesos fueron devorados con rapidez por los peces y crustáceos que viven en el fondo; si hubiera quedado algún hueso, este hubiera sido disuelto enseguida por el agua salada ( es por ello que no se encontró ninguno ).
La ropa, habrá permanecido mucho más tiempo e incluso hay zapatos de cuero que se pudieron ver uno al lado del otro, donde antes hubo un cuerpo. El cuero de maletas también duró más e incluso se pudieron ver algunas en bastante buen estado en 1985.
Luego en algún momento, semanas o meses más tarde, llegaron al barco los moluscos que horadan la madera, comenzaron por comerse la madera de pino de las cubiertas y poco a poco fueron emigrando al interior.
En pocos años casi, no quedaba madera en el barco, ni las cubiertas ni los abundantes muebles de madera, las hermosas tallas, los paneles de madera, los tapices y las elaboradas alfombras de Aximinster, sobrevivieron a estos organismos.Otros organismos y bacterias, como así también ciertos animales minúsculos, atacaron el resto de la materia orgánica destruyéndola con lentitud. Los colchones ( que seguramente fueran de crin de caballo ), la ropa de cama, el cuerpo de tela de una muñeca, se fueron desintegrando con el paso de los años. Cuando toda la materia orgánica desapareció el Titanic se convirtió en un lugar más tranquilo aún.
La excepción han sido y seguirán siendo, las bacterias que devoran el hierro, responsables de la aparición de carámbanos oxidados. Son organismos minúsculos que utilizan el hierro como fuente inorgánica de energía; oxidan el hierro y dejan como producto de desecho las partículas oxidadas.
El Titanic no ha experimentado ninguna perturbación y ha sido prácticamente un lugar muerto. Solo algunas criaturas de la oscuridad se esconden en sus rincones y grietas. Por ahora la peor amenaza para el Titanic procede del hombre; desde su descubrimiento han habido expediciones de buscadores de tesoros que han extraído objetos del barco.
No debemos olvidar que en el naufragio murieron más de 1500 personas, muchas de ellas quedaron en el interior del barco mientras este se hundía, constituyendo, una tumba para todos ellos que no debe ser saqueada por el afán comercial de algunos.
Con el correr de los años, poco quedará de el gran barco que fue, es probable que dentro de 100 años solo una masa informe de hierros oxidados recuerde el lugar donde un día se hundió el barco más grande y lujoso de su época.



lunes, 16 de noviembre de 2009

" MAESTROS DE LA PINTURA "


Vincent van Gogh (1853-1890) Autoretrato en Saint-Remy
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Sandro Botticelli (1445-1510) Pieta
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Rembrandt Van Rijn (1606-1669) The Night Watch
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Raphael (1483-1520) La Escuela de Atenas
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Pierre-Auguste Renoir (1841-1919) Doges' Palace, Venice
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Pablo Picasso (1881-1973) La Guernica
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Miguel Angel (Michelangelo) (1475-1564) La creacion del Hombre
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Leonardo Da Vinci (1452-1519)La ultima cena
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Francisco de Goya (1746-1828) Pelea de toros
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Eugene Delacroix (1798 - 1863) Las cruzadas en Constantinopla
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El Greco (1541 - 1614) The miracle of Christ healing the blind
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Claude Monet (1840 - 1926) Jardin de las flores
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Caravaggio (1573 - 1610) David y Goliath
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SALUDOS


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